La Educación Física en la Educación Básica
favorece que los niños y adolescentes desarrollen su motricidad y
construyan su corporeidad; plantea entre sus prioridades, la realización
de acciones motrices encaminadas hacia el logro de metas vinculadas con
la corporeidad y la creatividad; y todas aquellas conductas motrices
que en suma, permiten a las niñas y los niños acercarse al juego motriz,
al encuentro con los demás y por consiguiente a la búsqueda de su
competencia y autonomía motriz.
Desde la noción de su esquema corporal en
preescolar hasta la integración de su corporeidad en secundaria; del
manejo y construcción de los patrones básicos de movimiento hasta llegar
al dominio y control de la motricidad; y desde el juego como proyección
de vida hasta el planteamiento y la resolución de problemas, la
Educación Física adquiere un sentido pedagógico y de vinculación con el
perfil de egreso de la Educación Básica.
La Educación Física está orientada hacia la
prevención, promoción y cuidado de la salud, por medio de diferentes
estrategias que favorezcan la práctica y gusto por la actividad física a
través del juego, la iniciación deportiva y el deporte escolar; la
organización de actividades para el disfrute del tiempo libre, pláticas
sobre nutrición, adicciones; talleres de activación física que
contribuyan a promover la práctica del ejercicio como forma de vida
saludable; reuniones con padres de familia y autoridades para
concientizarles sobre la importancia de la alimentación, el hábito del
ejercicio, el uso adecuado del tiempo libre, entre otras acciones.